Salud y actividad
Características de una rata sana
La rata de laboratorio es una forma domesticada de la especie Rattus Norvegicus. Esta especie vive en túneles y escondrijos poco profundos (ver vídeo 1), habitualmente en proximidad al agua. El animal tiende a evitar espacios abiertos. Existen actualmente más de 400 cepas endógamas y exógamas, todas ellas derivadas de la rata salvaje mediante selección específica. Una rata de laboratorio sana está alerta, muestra curiosidad, entra en relaciones sociales (ver imágenes y vídeo 2), presenta aspecto bien alimentado y aseado y es vivaz. El estado de bienestar de la rata viene determinado de forma nada despreciable por la medida en que el animal pueda satisfacer sus necesidades conductuales propias de su especie. El conocimiento de la conducta de la rata salvaje es un marco de referencia importante para la evaluación del repertorio de conductas de ratas de laboratorio.
Las ratas tienen una duración de vida corta con una elevada tasa metabólica asociada y una rápida maduración y reproducción. En general, tienen camadas grandes.
Actividad
La rata es un animal nocturno. La rata entra en la conducta de exploración para orientarse en su entorno (comida, amenazas). Las ratas prefieren comer en la oscuridad y cuando están en su fase más activa. Son roedores y como tales muerden y destruyen materiales como madera y plástico.
Las ratas son animales sociales. El estabulado solitario puede conducir a aburrimiento y posiblemente desencadenar una conducta estereotipada. Cuando los animales se alimentan ad libitum, pueden fácilmente coger sobrepeso.
La rata invierte aproximadamente un 40% de su tiempo en el acicalamiento de su pelaje y cuerpo, habitualmente después de comer, beber o explorar. Una reducción del acicalamiento se hace rápidamente patente y se puede observar alrededor del ano y en forma de una secreción de color rojizo marrón alrededor del ojo y a veces de la nariz, producida por la glándula de Harder y conocida por el nombre de ‘lágrimas rojas' (ver imagen).
Un pelaje despeinado y la presencia de ‘lágrimas rojas’ son frecuentemente las primeras señales de problemas de salud. Un pelaje descuidado es normal en animales viejos.