Factores físicos en el medioambiente

El control de la calidad del agua y el filtro es de vital importancia para asegurar que los animales no tienen que llegar al límite de su capacidad de adaptación. El pez cebra puede tolerar un amplio rango de temperaturas, sin embargo exponerlo a temperaturas límite afectará a todas sus funciones fisiológicas, ya que la energía utilizada para sobrevivir en condiciones extremas no podrá ser asignada a otros procesos. Esto puede producir una mayor susceptibilidad hacia las enfermedades y una baja tasa reproductiva, por lo que el coste metabólico de condiciones extremas es alto. El pez cebra es capaz de funcionar bajo condiciones físicas diversas. En la tabla siguiente se muestra el rango de parámetros físicos más relevantes con la periodicidad en la realización de los controles (entre paréntesis). El centro debe esforzarse en alcanzar los valores óptimos para estos parámetros físicos. Cualquier suceso estresante y/o alimentario puede crear picos (nitrito, nitrato, amoníaco) y valles (oxígeno) en los valores de algunos de estos parámetros. Por esta razón, es importante mantener unos márgenes de seguridad bien alejados de los límites de tolerancia. La frecuencia de realización de los controles indicada en la tabla no es más que una pauta y depende de estabilidad del sistema y de la correcta gestión del mismo.

El pez cebra es un animal “de presa” por lo que cualquier movimiento brusco por encima o a su lado puede sobresaltarles.

Son extremadamente sensibles a los metales pesados. Por lo que el agua de entrada y el suministro de agua en el laboratorio no deben pasar a través de tuberías de cobre o galvanizadas y no podrán estar en contacto con objetos metálicos. Lo mismo ocurre con el cloro; es importante que el agua clorada primero se pase a través de un filtro.

Los peces son sensibles a las vibraciones, por lo que hay que asegurarse de que los animales sean alojados o manejados en áreas que están libres de vibración, lejos de equipos como las bombas de agua. Aparte de eso, se conoce poco sobre la sensibilidad de los peces al ruido del laboratorio, por lo que es conveniente reducir los ruidos inesperados. También es importante proporcionar una iluminación uniforme y no colocar los tanques cerca de fuentes de luz (muy) brillantes durante la fase de oscuridad ("de noche"). Deben evitarse en las paredes los fondos blancos y los colores brillantes; por lo que la mayoría de instalaciones prefieren usar tonos grises y verdes.